es la de los derviches. El niño ríe, chilla jubiloso. El viejo gira como los planetas, se hace viento y montaña, ofrenda y sortilegio. Danza en medio del bosque, a la luz de la hoguera crepitante, recibe la bendición de las estrellas, escucha el lejano aullido de los lobos, que temen acercarse porque Bruno y su nieto son fuerzas invencibles, antorchas de la Tierra, señores de la vida. Anunziata se ha marchado, después de bañar
SON:136.02
RECIBIRI - Tomar o acoger [aquello que se da o que se entrega]