qué asentía con una sonrisa al mismo tiempo indudable y humillada, y tan frágil, tan mortecina. El de la cara de niño se puso en pie y paseó gravemente por la habitación, sin cesar ni un segundo de hablar. Arrojó al suelo una colilla encendida, tenía los modales típicos de los maleantes. Después señaló al abuelo con un dedo y exhibió de nuevo el papel. Miguel no logró reprimir un gemido de espanto. ¡Era el periódico! ¡Su periódico
TER:070.05
ARROJAR.1 - Impulsar(se), generalmente desde lo alto, [algo] o [a alguien] para que salga despedido con fuerza [en una dirección]