--cine, televisión, anuncios- provoca una suerte de «voyeurisme» generalizado que convierte a los cuerpos en sombras. Nuestro materialismo no es carnal: es una abstracción. Nuestra pornografía es visual y mental, exacerba la soledad y colinda, en uno de sus extremos, con la masturbación y, en el otro, con el sadomasoquismo. Lucubraciones a un tiempo sangrientas y fantasmales. El espectáculo del Occidente contemporáneo habría fascinado, aunque por razones distintas, a Maquiavelo y a
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COLINDAR - Estar contiguas o próximas dos entidades