Señor, me toca a mí! LEONIDAS.- ¿Para qué escucharte, astuta mía? ¡Hablarías y habría que canonizarte! Y eso no, ilustrísima: sería abusar. Vuelve, vuelve a tu sitio; aquí nadie duda de tu inocencia. (Cogiendole el hacha a Verdúguez y alzandola en plan amenazante.) ¿Hay quien dude? (Al fin baja el hacha, se la devuelve a Verdúguez y dirigiendose de nuevo a Burrote exclama:
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DUDAR.3 - Desconfiar de la honradez o sinceridad [de alguien]