lo, en el sentido archiont que él querría darle, tenga en verdad significado o contenido alguno. Pero después cae uno en la cuenta de que la rabia viene, en realidad, de que ese ser español que de sí mismo afirma el declarante no es algo que se pueda ser por uno mismo, lisa y llanamente, o sea así por las buenas, como se es hablante de una lengua, sino algo que sólo se puede ser beligerantemente contra alguien, es