grandísima, sin que nadie pudiese, sin embargo, asegurar si la tenía. Algo que nos presenta con exceso y demasiado exclusivamente una determinada cualidad parece que, más que tenerla, la dice; más que cumplirla, la afirma, la predica, la promete, la pregona, la jura y la perjura, porque el demasiado énfasis en llevar una cierta cualidad sugiere inmediatamente voluntad de mostrarla, de anunciarla y proclamarla, y hacer tomar a la cosa