de sangre". Fernández Alvarez, Pérez Gutiérrez y Cabezas de Herrera están acusados de matar a Corroto, tras abordarle en la calle Granada de Madrid. Los tres acusados declararon en el juicio que el grupo antiatracos al que pertenecían montó aquella noche un dispositivo de vigilancia en el polígono industrial de Móstoles, a raiz de una confidencia que consiguió el comisario Fernández Alvarez en la que se indicaba la posibilidad de que se perpetrara un atraco en aquella zona. Los procesados aseguraron que