la noche sin fronteras... Tras del ocaso empezaba la fiesta. El rito de la absenta, la música, la charla, las muchachas. Cuando entraron en «Tristán» estaban allí las dos. Les esperaban ante el mostrador y bebían sus vinos entre risas. Se reían de lo que se contaban o porque también ellas se sentían exaltadas por la lujosa plenitud del día. Allí estaban las dos, pero David y Julián fueron a colocarse cerca de Annick, flanqueándola