del caimán. ROSA.- ¿Ya te lo contó Néstor? DIONISIO.- Me dijo que tú se lo permitías. ROSA.- (Desafiante.) No importa que yo esté dentro. Mi hija me sacará. (Bebe.) DIONISIO.- Todos estamos dentro, y es lo que Néstor, con sus nobles ilusiones, no puede comprender. Tú sí estás empezando a entenderlo y eso te entristece. La obrita que ensayas no te consuela ya.