con el absurdo aliciente de sorprender a un topo en su agujero. Lo que no puedo recordar son las persuasivas palabras que utilizarías para que yo te siguiera en la noche por toda la huerta, entre las cenicientas matas de alcachofas que bordeaban el camino. Y fue ya casi en la alambrada cuando te volviste de repente, mirandome con ojos enloquecidos y abriendo tu boca hasta desfigurarte y convertirte en una bestia infernal ante mis ojos. Lucías unos largos colmillos de vampiro
SUR:082.23
BORDEARI.2 - Estar rodeando [algo] o junto a su borde