se hacia la puerta y vio entrar a un hombre delgado de ojos pequeños. Fagin, que fue amistosamente recibido por León Alberto y por el hombre con alfileres en los ojos, saludó con una sonrisa escueta a todos los asistentes y se sentó enfrente de Miguel. Este desvió la mirada hacia otro lado, estaba decidido a cumplir su pacto con Carmina y a no delatarle. Aquel sábado no hubo burlas ni chistes en el diálogo y sí una tensión, apenas perceptible,
TER:035.27
SENTARI.1 - Colocar(se) apoyado en algún sitio descansando sobre las nalgas