Texto contextualizado: |
se alarma antincendio cuyo zurrido venía a recordarle puntualmente que eran las doce de la mañana del primer jueves del mes o el leve repique de las campanas de la iglesia del barrio que, conforme a los misterios de una liturgia aggiornada, sonaba a veces a horas intempestivas. El cercano bulevar podía ser escenario de un drama inesperado y terrible y él, instigador y causante del mismo, sentado en el sofácama, lima que lima, sumido en la contemplación egoísta de sus manos |
PAI:016.23 |