cuelgan calendarios acribillados con cruces rojas. Fechas tachadas para siempre con alegría suicida en un afán de llegar cuanto antes al paréntesis de luz. Un destello de esperanza brilla al fondo del túnel que recorremos día a día. Algo va a suceder en esa corta libertad anunciada. Algo fortuito nos espera con la primera campanada que anuncia horas completamente nuestras. Algo va a transformar nuestro próximo trayecto. Hemos lanzado una moneda al aire y va a caer en manos de nuestro destino. ¿