la que por discreción no participamos, se fueron levantando los monjes y saliendo en fila india. El último en hacerlo fue el prior, que se despidió de nosotros con estas palabras: --Les dejo el quinqué por si no desean irse a dormir todavía. Nosotros no necesitamos luz, porque conocemos el monasterio al dedillo y ya vamos de retirada. Al fondo del pasillo encontrarán celdas vacías. Si alguno de los tres no está casado, les ruego que ocupe una