te niños". Nuestra orfandad provocaba en las mujeres que nos rodeaban, incluso en tía Elisa, un sentimiento protector. La mayoría de nuestros caprichos eran atendidos con prontitud. Y recuerdo que nuestro mayor deseo era salir de la casa. Visitábamos la ciudad, alguna rara vez íbamos al cine, asistíamos a las ferias y, sobre todo, nos llevaban de excursión a los campos cercanos. Ahora habíamos crecido y aún nos seguían llamando "los niños". Santiago iba al
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VISITAR.2 - Ir [a un lugar] esp. con intención de conocerlo