y me hacía daño o se rompía mi bici o tenía una mala nota en la escuela, ese pequeño dolor me alegraba, me parecía el antídoto para otras posibles desgracias. Ignoraba que, por grandes que sean, las desgracias nunca sirven de escudo. Por eso jugaba a distraer la mala suerte. «Espera --le decía--, no te ocupes de nosotros, no te impacientes. Acabamos de pasar la gripe, el sarampión de los pequeños ha sido largo, papá
JOV:083.26
SERVIRII - Ser útil, valer [para un determinado fin]