los porque ya no querían guerrear y a quiénes había que amenazar, incluso con fuego de ametralladora, para que continuaran y repetías incesantemente que en un mundo absurdo, inhumano y cruel como el europeo, traer a un hijo era equivalente a cometer infanticidio; me torturaste con esta idea como yo te torturé con mi embarazo, pero yo quise tener un hijo Diego, un hijo tuyo y mío. Sin embargo, siempre te preferí a ti. Otras mujeres lo cuidaban, pero