qué gusto me daría oírte! ¡Qué ganas tengo de que me hables! Seguro, tu voz es como la mía: voces compañeras, ¿verdad?... Por eso te digo cosas de hombre y no los cuentos que invento para esos profesores. Ellos la guardan en sus máquinas; en cambio tú me oyes como las ardillas desde una rama, con sus ojos como tus botoncitos, sin saber entendernos. Pero tú sí, mis palabras hacen nido en tu
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INVENTAR.2 - Presentar como cierto [algo que no lo es]