. Capítulo décimo Y OTRAS ARGUCIAS APARCAMOS el coche en la plazoleta donde esa misma mañana me había dejado el autobús y de la cual partían las callejuelas que zigzagueando y bifurcándose monte arriba configuraban el barrio en que vivía la Emilia. No abundaba en él la iluminación y en el firmamento despejado rutilaban las estrellas; las calles estaban desiertas, en los solares en construcción dormían las excavadoras y la brisa primaveral traía de un parque cercano olor a tierra. Una noche, como se
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ABUNDARI - Haber o existir [algo o alguien] en gran cantidad