él sabe que algunos se electrocutan con eso en el cuarto de baño. Además, su maquinita no hace ruido y él quiere afeitarse a diario sin despertar a nadie. ¡Qué fracaso, la barbería! Claro, ya el día empezó mal. A solas con Renato desayunandose, mientras Andrea se duchaba, le preguntó por qué no dormía el niño con ellos, como han dormido toda la vida. Renato sonrió, condescendiente: -Ahora se les empieza a educar más