la Emilia. Habíamos llegado ya a la celda del endemoniado y entramos sin llamar. Al ver a la Emilia, el monje se deshizo en protestas, pero acabó por aceptar de buen grado la intrusión de la chica e incluso se atrevió a pedirle, no sin cierta timidez, que tuviera la amabilidad de flagelarle, a lo que se negó ella en redondo, diciendo que por quién la había tomado. En este punto intervine yo rogando al monje que se dejara
LAB:242.18
ATREVER - Decidirse [a hacer algo que resulta arriesgado]