veces hablaban entre sí en voz baja, para que ella no las oyera. «¿Cuánto tiempo hace que no ves a tu madre?», preguntó a Miguel una de ellas, la más fea, y la abuela se apresuró a contestar que bastante, varios meses, siendo una periodista tan solicitada ya se sabía. «Claro, ya se sabe», repitieron ellas a dúo sonriendo con malicia, como si hubieran adivinado que desde la última vez habían pasado ya