melo, sobre todo, me indignaba esa tortura a la que ella daba el nombre de examen de conciencia y que, fundamentalmente, consistía en desconfiar hasta de mis actos más insignificantes. Insistía en recordarme los pecados que yo tendría que confesar antes de comulgar por primera vez. "¿Tú deseabas matar a Mari-Nieves? ¿Sabías que se podía quemar viva?" Ante aquella posibilidad que ella me recordaba cada día, yo misma me llenaba de espanto, imaginando a
SUR:020.02
CONFESAR.2 - Declarar ante el confesor [los pecados cometidos].