, y menos aún escribir. La política era para los políticos. Tras darle las buenas noches, añadió: --Has puesto a tu abuelo en un compromiso muy feo y eso no está bien. Pero tampoco él se ha comportado como debía. Aunque sé que nadie puede ser siempre totalmente bueno, esta tarde los dos habéis sido bastante malos. Ahora sé obediente y duermete. Por un momento Miguel creyó que le habían despertado los rayos de sol a través de