baños intensivos de conocimiento, estas dosis masivas de píldoras culturales que, paradójicamente, producen en su ánimo el efecto opuesto: un deseo vehemente de dinamitar el lugar y salir precipitadamente a la calle. Su fobia lamentable a galerías y pinacotecas admite con todo alguna excepción: la de las consagradas al crimen y horror, el Gran Guiñol y figuras de cera. De vez en cuando -y éste es un hecho digno de ser mencionado--, nuestro hombre, en lugar de coger
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ADMITIR.3 - Estar [algo o alguien] en condiciones de recibir cierto trato