es mucho más clara. Como dice Nancy, nunca, jamás van a permitir que otras se beneficien de sus privilegios. Nadie más deseoso de la fuerza que el débil. Nadie más ávido de poder que el que ha sido repetidamente humillado. Y el dinero es el poder definitivo. Dinero para comprar la soledad, también la compañía. Dinero para conseguir el amor y satisfacer el odio. En un mundo que se asienta sobre pilares de oro, sólo cuando es dueña del
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HUMILLAR - Hacerle perder el orgullo o la dignidad a una persona