deseosa de ayudarle al verle caviloso, le explica que también los hubo con dos sexos a un tiempo, no por mitades. Le dice incluso cómo los llamaban, pero ahora, ya en casa y acostado, no se acuerda. El nombre es lo de menos; lo indudable es que los tiempos antiguos fueron mucho mejores, con sus dioses y con aquellos machihembras a la vez. «Así, aunque se hicieran viejos, podían seguir gozando, que a las