lela que las personas sensibles y exquisitas denominan su «sinfonía de colores» no arrancan en su alma pedestre y espíritu estrujado y reseco sino bostezos cavernosos; la nieve le horroriza y, por no verla, se pone gafas oscuras y cierra obstinadamente los ojos. Primavera y verano son peores aún: el polen y vilanos errantes le dan asma, los insectos le abruman con mortificantes picaduras. Al comienzo de su vida en común, la esposa -a quien, entre
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CERRAR.2a - Juntar [los componentes de los que están formadas algunas partes del cuerpo]