recesión económica, crisis e inseguridad. ¡RAPTADO POR LOS MARICAS ROJOS! Habían golpeado con los nudillos, imitando la voz mohína y un tanto aflautada de Katie, preguntaban por ese señor tan bueno de las fotografías, y aunque no divisabas a nadie en el campo de la mirilla, el taconeo de unos pies ligeros en el parqué y las risitas de las supuestas amigas del Reverendo habían disipado tus naturales sospechas, desarmado tu desconfianza y cautela. Olvidando las normas de todo luchador