al carecer de referencia externa. Porque si no se habla, el tiempo se detiene, vacío. Hace falta llenarlo con palabras para que el interlocutor las reciba y las acepte o las rechace y, a la vez, nos golpee con su propio conjunto de argumentos para convencernos, por ejemplo, de que David no hablaba mucho de su pasado con Julián, de los años primeros de su amistad, de lo que había sido su libertad antes de conocer a Genoveva
JOV:109.20
GOLPEAR.4c - (Fig.) Atacar [una persona] [a otra o a un tema o asunto] (por medio de la palabra]