selo que moriría antes que él...», pensó Julián. Todo un turbio manejo de documentos, contabilidades, misterios económicos, para ocultar a Genoveva la compra simbólica de una rebeldía que nunca tendría el valor de hacer real. --No olvidemos --siguió en su discurso Genoveva-- que el administrador me es fiel, me pertenece, como todos los negocios de papá. Si el dinero de la casa viniera de ese lado, yo estaría informada... Las pruebas se acumulaban