he escapado. RUFINA.- No, ¿eh? Luego hablaremos. NÉSTOR.- Pase y siéntese, Rufina, RUFINA.- Con permiso. ¿Me quiere sostener el niño, señor Néstor? Con él no me apaño bien. (Se lo da. NÉSTOR lo sostiene con eficiente soltura.) Sí que me sentaré. (Lo hace.) ROSA.- Damelo a mí, [ Néstor ] RUFINA.- No, no. Usted