o diez minutos después Carmina apagaría la luz y se iría a su habitación a escuchar la radio. Entonces podría él salir clandestinamente del dormitorio para explorar la Zona Deshabitada. Cuando ya estaba empezando a cansarse de fingir notó que Carmina recogía sus revistas y se levantaba. Pero, en el mismo momento en que se disponía a apagar la luz, sonó el timbre y la muchacha corrió a abrir, parecía impaciente por saber quién llamaba. Era Agus. Al verle entrar