en su poso interior una cancioncilla sentimental, de moda cuarenta años atrás, que en plena guerra permitía olvidar los tiros... Un atardecer en Rímini, tarareándola juntos cuesta abajo hacia el mar, desde el Templo Malatestiano que a ella le asombraba tanto... La casa en la marina, en el patio la vieja parra sobre sus cabezas, uvas maduras al alcance de la mano... Dunka tendida se apoyó en su codo, arrancó un racimo y... ¡ Eso, exactamente la