Genoveva parecía vencida, no por él, sino por su propio descontento; defraudada por el final de un capítulo de su historia. En el piso de arriba se abrió una puerta y unos pasos se deslizaron sobre la madera y se detuvieron luego. Julián estaba de espaldas a la escalera y no podía ver. Genoveva no levantó la cabeza, absorta en sus borrascas interiores. Al poco tiempo, los pasos retrocedieron y la puerta se cerró. «Han visto luz --pensó
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DETENERI.1 - Hacer que [algo o alguien] deje de moverse, de avanzar.