Vacila.) No le obligues a hacer confidencias. Son muy delicadas. DIONISIO.- Sin embargo, os lo voy a decir. Tú sabes cómo perdí mi pierna... NÉSTOR.- En un bombardeo. DIONISIO.- (Asiente.) En el asedio de Madrid. Yo era muy pequeño. (ROSA se levanta y toma vasos y botellas.) ¿Te vas, Rosa?