, mejor les había parecido la película. Era índice de sensibilidad recorrer el camino de vuelta a casa con una actitud desmayada y la mirada perdida en el vacío, sin prestar demasiada atención a las conversacion de las amigas. Si alguna iniciaba los comentarios diciendo: «Hija, no sé qué os habrá parecido, yo la he encontrado demasiado triste», siempre había otra que replicaba casi ofendida: «¿Qué dices? Era buenísima, por Dios, yo me he hinchado