contempladas era capaz de contrarrestar el frío negro que se padecía a veces en aquellos templos profanos. (Como anécdota ilustrativa del carácter un tanto casero que tenían aquellas excursiones al cine, diré que mi hermana, harta de pasar frío, inventó un recurso que acabó poniendose de moda entre todo el grupo de sus amigas. Al salir de casa, se preparaba una bolsa de agua caliente y se la ataba con unas cintas por debajo del abrigo, con lo cual el consuelo