habían petrificado las ideologías, mis escarceos literarios, el dolor por la separación de los míos. El mundo, y sus ambiciones, y sus confusiones, se habían petrificado en la piedra de aquella plaza que la niebla difuminaba. Sólo existíamos nosotros dos, aquella tibieza de nuestras manos sobre la húmeda balconada también de piedra; una piedra que no transmitía sensación alguna, música alguna. »Cuando acabado el entreacto volvíamos a la penumbra del teatro, la realidad seguía manteniendose distante
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EXISTIR.1 - Tener [algo o alguien] manifestación real