. Ahora se encontraba a medio camino, había hecho un alto en un apartado balneario de los Balcanes, en las puertas de Grecia, un poco más cerca de las fuentes del sol, pero mucho más lejos de cuanto le había pertenecido: su país, sus inquietudes artísticas, las bibliotecas y museos de París y de Londres, Francesca, Monteoscuro... Se había refugiado entre unos montes elevadísimos, cerrados, junto a la orilla de un lago, en un balneario, no