Francisco Javier Martín Abril, donde se describe a la secretaria como humilde sombra en el despacho grande, se insiste en el aspecto, siempre novelesco y emocionante, de la chica venida a menos que se ve obligada a trabajar y que alimenta sueños de amor. Al final, como compensación a sus fantasías, se la consuela hablandole del premio que en el más allá recibirá, convirtiendose en secretaria del Supremo Hacedor. ¿Cómo es tu casa, chica de oficina?
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ALIMENTAR.3 - (fig.) Mantener o intensificar una idea o sentimiento