y él tomó asiento en el sofá, junto a ella, ahora podía recordarlo. Rodeó su cara, en efecto, y quebró su sonrisa. La sonrisa se repitió insistentemente en su cabeza. Enderezó el tronco y su mirada halló inesperadamente el cuerpo. Su corazón empezó a latir en desorden. Una inquietud, un anhelo, un alerta, se precipitaron dentro de él, que no apartaba la vista del cuerpo yacente impelido por las rápidas descargas que se sucedían en el
MIR:019.23
HALLARI.1 - Llegar a ver [algo o a alguien] en un lugar