plaza de toros de pueblo, que tenía por techo una cúpula de metal tachonado de unas tuercas tan voluminosas como mi cabeza, que lo es mucho, de cuyo centro al borde se abría como un gajo de mandarina por el que apuntaba al firmamento un telescopio monumental, de cuya boca por un momento pensé que iba a salir disparada aquella célebre mujercañón con la que en mis tiempos de calavera salí un par de veces y a la que hube de dejar por razones de salud
LAB:250.07
APUNTARI - Estar dirigido o señalar hacia un lugar determinado