la tienes los nervios así, destrozados. Pero bueno, ya pasó todo. Hoy vas a dormir bien y durante toda la noche, ¿me lo prometes? --No sé --le dije bruscamente y mostrandole mi deseo de acabar con aquella conversación. Pues me indignaba que ella me hablara como si yo fuera una niña pequeña, como si no supiera nada, incluso como si nada hubiera que saber. Durante el camino de regreso me encerré en un silencio terco