... Que le gusta cocinar y que, a veces, cuando ella llegaba, usted la sorprendía con una cena magnífica, con velas y algún postre especial. JUAN.- Sí... Mientras ustedes dos jugaban en una cama, yo andaba enredado en mi cocina con cacerolas y sartenes... ¡Je! Gracioso, ¿no? ¿Sabe lo peor de todo esto? Las imágenes... Las imágenes que se han instalado aquí. (Se golpea suavemente la cabeza.) No