¡Es horrible! ¡No quiero verlo! JUAN.- No dramatice. No es de buen gusto. Haga un esfuerzo y diga algo. Usted es un hombre brillante. Cuando los periodistas le hacen preguntas, siempre se inventa alguna frasecita ingeniosa. Y yo no soy un hombre exigente. ¿No se le ocurre nada? JAVIER.- ¿Qué puedo decirle? Lo lamento. Yo..., yo no le conocía a usted. JUAN.- Me