tan injusto y esto puede que no venga de castigo, sino de hechizo. ¡Te llevas bien con Paulette Gabirou? Esa es malísima. Una bruja. ZOÉ.- No, no. Vete ya. Deja que me abandone a mi desesperación. ((Repentinamente se cubre y se rebuja porque han dado unos golpes en la puerta y, sin esperar más, ha entrado decidido Villier, guapo menestral achulado.)) ¡Oh...! ANAIS.- ¡