le! (La música se corta en seco y se quedan congelados, inmóviles en un paso de baile, las ocho figuras. La luz decrece muy lentamente, hasta la oscuridad absoluta del garaje. Miguel, arrastrando su propia luz, avanza hacia primer término como lo hacía durante su primer monólogo.) MIGUEL.- Ojalá hubiera terminado en ese preciso momento, ¿verdad? Que alguien hubiera dicho «¡Corten!», como en el cine. Mientras duró aquella