minutos era demasiado fuerte... MIRIAM.- También yo deseaba verte, tonto, aunque no volvieras a casa. ¿Sabes lo que hice? Me leí todos tus libros. No entendía la mitad de las cosas pero no me salté ni una línea. Ya ves, no los quemé como me habías aconsejado. VICTOR.- Fue una temeridad. ¿Y si te los hubiera encontrado la policía? MIRIAM.- Nadie vino nunca a molestarme. Eran palabras nuevas
HOM:064.21
SALTAR - Levantarse con impulso para caer en el mismo sitio o en otro