su visión del mundo como por su estructura y organización, el clero chiita no puede convertirse en la palanca que abra las puertas de la auténtica modernidad al pueblo iranio. Su movimiento es únicamente regresivo. Cruel decepción: la revuelta terminó en espasmódica dominación clerical, la resurrección en recaída. Las tiranías y despotismos necesitan, para justificar su dominio, la amenaza de un enemigo exterior. Cuando ese enemigo no existe, lo inventan. El enemigo es el diablo. No un